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Espirulina y tercera edad

Es un gran aliado que puede suplir las carencias nutricionales en personas de avanzada edad, que en ciertas ocasiones presentan cierto grado de desnutrición derivado de la falta de apetito, problemas digestivos o una mala absorción intestinal, ya que presenta un elevado contenido en vitaminas y antioxidantes, y además, es de fácil digestión.

En nuestra dieta la mayor fuente de proteínas procede de la carne, pero un consumo excesivo agrava muchas de las dolencias de las personas mayores como la artritis, el colesterol o el exceso de ácido úrico. Las fuentes de proteína vegetal son las más saludables, pero presenta el inconveniente de que su absorción es mucho peor. Sin embargo, la proteína proveniente de la espirulina es absorbida con gran facilidad, aportando todos los aminoácidos esenciales y presenta pocas grasas, al mismo tiempo que es una gran fuente proteica para las personas mayores.

Además, la espirulina presenta un elevado contenido en betacaroteno, siendo muy beneficiosa para los ojos. Otra cuestión importante en las personas mayores es que con la edad decrece la absorción de la vitamina B12, por lo que es importante aumentar su ingesta a medida que se van cumpliendo años.

La vitamina E y el betacaroteno son antioxidantes imprescindibles para combatir el envejecimiento que ayudan a reducir los daños originados por los radicales libres. La espirulina presenta más calcio y magnesio que la gran mayoría de los alimentos, dos nutrientes fundamentales para las mujeres que sufren osteoporosis o pérdida de calcio en los huesos tras la menopausia.

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